Cuando hace algunos días leí en una conocida revista de moda que Alessandro Michele, director creativo de la firma Gucci, había llegado a la conclusión durante el confinamiento que la firma debía impulsar de manera drástica un compromiso sostenible con el medioambiente lo primero que pensé fue, ¡hay esperanza! Que uno de los grandes de una de las industrias más contaminantes se plantee hacer menos colecciones durante el año para dañar menos el medioambiente es ya un cambio de paradigma en el mundo de la moda.
Es probable que muchos piensen que estos anuncios que parecen trascendentales de las grandes marcas no son más que simples estrategias de marketing, la realidad, es que la Responsabilidad Social Empresarial pueden aportar grandes beneficios a medio, largo plazo.
Pero, ¿en qué consiste eso de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y cuáles son las implicaciones para mi organización? Una empresa socialmente responsable es aquella que busca la rentabilidad económica sin dejar de lado la mejora del bienestar de la comunidad en la que se desarrolla y la sostenibilidad con el medio ambiente. Es por tanto una filosofía que define a la empresa por lo que es importante la coherencia en todos los ámbitos de la misma.
Son muchos los consumidores y clientes que demandan, cada vez más, productos y conceptos de trabajo que, además de ser eficientes, sean sostenibles con el medioambiente y que aporten un valor añadido a la comunidad en la que son producidos. Es por ello por lo que las empresas socialmente responsables no se limitan exclusivamente a cumplir con la legalidad vigente, sino que dan un paso más allá.
Según la Escuela de Organización Industrial, la RSE mejora la productividad de la empresa tanto sea esta una pequeña, mediana o gran empresa. Además de esto, las empresas socialmente responsables logran una mayor permanencia e implicación de los trabajadores y trabajadoras, mayor lealtad del consumidor y una mayor perdurabilidad de la empresa a lo largo del tiempo. A niveles de marketing empresarial, las prácticas de responsabilidad social añaden valor a la imagen de la empresa siempre y cuando estas prácticas sean reales y se lleven a cabo tanto a nivel organizacional (igualdad de oportunidades, respeto, tolerancia) como a nivel productivo (sostenibilidad, colaboración con materias primas locales, aportar valores a la comunidad).
Es en este momento de grandes cambios y en donde obligatoriamente hemos tenido que parar y volver a comenzar, en muchos casos desde cero, en el que debemos sentarnos a pensar y reflexionar cuestiones tan importantes como qué puede aportar mi organización, y cómo puedo cambiar para que esta tenga un valor añadido y se diferencie del resto. Puede ser que después de este periodo de introspección y proceso de cambio lleguemos a una conclusión tan importante como a la que llegó Alessandro Michele durante el confinamiento.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Fernández García, R. (2010). Responsabilidad social corporativa: una nueva cultura empresarial. Madrid: Editorial ECU.
Makabu Mukiur, R. (2010). Actividades de los empresarios y directivos hacia la responsabilidad social corporativa. Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, 26, 2, 101- 114
Prieto Fernández, S., & García Machín, E. (Junio de 2012). Beneficios de aplicar políticas de Responsabilidad Social Empresarial. Salud de los Trabajadores, 20(1), 3-6.
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